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  • Última actualización 2024-04-19 14:16:36
En seis a ocho meses comenzará la producción de los árboles antiguos y en un par de años, la de los nuevos.
La novedosa tecnología que permitirá regar 1.800 frutales y cítricos cultivados en un área de 5,5 hectáreas, en el municipio de Saravena.
Con el nuevo sistema desde tres válvulas que manejan seis líneas de riego, se podrán atender dos o tres líneas al mismo tiempo, y lo que antes se hacía en una semana ahora se hará en una mañana.

Entró en operación sistema de fertirriego en colegio agropecuario de Saravena, Arauca

El esfuerzo de estudiantes, docentes, técnicos y responsables durante varios meses para poner en marcha el sistema de fertilización y riego en la Concentración de Desarrollo Rural de Saravena (CDR) se vio recompensado a mediados de diciembre, cuando comenzó a funcionar la novedosa tecnología que permitirá regar 1.800 frutales y cítricos cultivados en un área de 5,5 hectáreas.

El balance lo hizo Oscar Suárez, docente investigador rural de la Universidad Nacional sede Orinoquía, quien visitó la institución para inspeccionar el proyecto que está en ejecución a través del convenio entre Ecopetrol y Fundescat, en el cual la Universidad fue subcontratada para asesorar la parte técnica. A finales de diciembre, los resultados ya se comenzaron a notar.

“Vemos el 80 por ciento del terreno limpio y con una mejor distribución de los árboles, todos con nuevo follaje y los más antiguos ya tienen fruta. Ahora viene la prueba de fuego para el sistema porque entramos a verano; ya no vamos a ver el obrero con la fumigadora al hombro, echándole por un lado fertilizantes y por el otro agua a cada árbol, sino que desde tres válvulas que manejan seis líneas de riego, se podrán atender dos o tres líneas al mismo tiempo, y lo que antes se hacía en una semana ahora se hará en una mañana”, explicó Suárez.

De tal manera que en seis a ocho meses comenzará la producción de los árboles antiguos y en un par de años, la de los nuevos.

Víctor Mora, docente del colegio, explicó que son seis lotes y se entregará uno a cada grado -en promedio 300 frutales- para que los estudiantes sean los responsables de evaluar el consumo de agua y fertilizantes, los rendimientos del cultivo y la producción. Luego la Universidad Nacional les mostrará algunos valores agregados a esa producción.

“El grupo líder que era el de noveno grado este año y pasó a décimo, va a analizar el resultado global de todo el proyecto hasta que se gradúe y delegará al noveno que quede. La dinámica busca que, a futuro, la institución educativa tenga un punto de venta o una planta de transformación y que el proyecto se autosostenga; incluso les va a permitir ser un modelo en la región para diversificar cultivos y producción a bajos costos”, aseguró Suárez.

De esta manera, Ecopetrol aporta a la educación en el área de influencia de sus operaciones, entregando a las nuevas generaciones de productores agrícolas modernas tecnologías a bajos costos que aportan al desarrollo rural y a las comunidades.

Vía: Prensa Ecopetrol.

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