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Faltan víveres en Casanare por presiones de la insurgencia que impide la libre movilización.

El paro armado de la guerrilla de las Farc y del ELN en Casanare, comenzó a surtir efecto en el abastecimiento de alimentos en los 17 municipios, revelaron los comerciantes alarmados por la escasez que se observa en sus establecimientos.

El departamento comenzó a ser azotado por la intensidad de la violencia y en este momento se encuentra su territorio bajo ley seca, toque de queda, sin energía e incomunicado por vía terrestre. El comandante de la Decimasexta Brigada, general Luis Jaime García dijo que se realizan continuos patrullajes por tierra y aire para neutralizar la amenaza de los insurgentes y garantizar el transporte de alimentos a este departamento.

Por su parte el gobernador William Hernán Pérez Espinel, reveló que se están adoptando planes de contingencia para superar los problemas generados por la falta de fluido eléctrico. Señaló que se espera que este fin de semana se recuperen las torres derribadas por la insurgencia en Pajarito Boyacá. El gobernador se mostró preocupado por la situación y teme que su departamento llegue a los extremos que se observan en el vecino Arauca.

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