Casanare

Se agudiza la situación de orden público en Casanare. Sigue en aumento el número de desplazados por las amenazas de los paramilitares

• 2004-04-15 00:00:00
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Las situación de orden publico en el departamento de Casanare se complica cada vez más, pues las amenazas contra la población civil ha generado nuevos desplazamientos en los municipios de Villanueva, Tauramena y Maní De cuerdo al reporte de las autoridades entregado ayer, en Maní el número de las personas desplazadas llegó a los 740, es decir solo contando las que se reúnen en el coliseo de ese municipio, sin tener en cuenta los que no se registran como desplazados pero han debido dejar sus fincas e irse para los cascos urbanos de otros municipios o regiones del País. Ayer varias familias arribaron a Maní, procedentes de la vereda La Poyata, por las mismas circunstancias de amenazas por parte de los grupos de autodefensas que libran combates en esa región del Departamento de Casanare. Por otro lado en el municipio de Tauramena son ya 20 las familias que debieron abandonar sus tierras por amenazas de los violentos en los tres últimos días. Procedentes de las veredas Carupana, La Vigía, Trompillos y Tunupe, estas familias buscaron refugio para salvar sus vidas a raíz de las amenazas que se ciernen, o bien por los combates que libran los grupos de autodefensas o por amenazas directas por la supuesta colaboración a uno u otro de estos bandos violentos. Al igual que en otros municipios, estas 20 familias de Tauramena son las que se reportan, es decir que otro tanto ha podido salir hacia cascos urbanos de municipios del Meta, sin que estén aún dentro del censo de población desplazada en Casanare. La administración municipal de Tauramena optó por decretar el toque de queda ante la difícil situación de orden público y las amenazas, que sobre la población civil, vienen ejerciendo los grupos armados ilegales. En este municipio Casanareño se debió habilitar también el coliseo cubierto para alojar a las familias desplazadas. Se conoció igualmente que en colegios rurales en donde más de un centenar de alumnos estudian, las aulas están vacías por el miedo a ser reclutados por estas fuerzas al margen de la Ley.

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