Arauca

Memoria viva del pueblo araucano murió ayer en Bogotá. Sociedad compungida ante celebraciones póstumas de fin de año.

• 2005-12-03 12:08:24
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Nacido en la población casanareña de Hato Corozal, en 1930, se vinculó desde muy joven a Arauca y a través de la medicina, las letras, la política y la investigación, hizo un gran aporte a la región que lo adoptó desde 1961, cuando era apenas un joven médico egresado de la universidad Nacional.

Llegó para hacer su año rural y se quedó. “Aquí me enamoré de una araucana cuando apenas era un muchacho con el cabello negro y muchas ganas de trabajar. Ahora me acompaña una cabellera blanca y mucha experiencia para transmitir a las nuevas generaciones”, dijo en vida Medina con cierta nostalgia.

En su casa colonial de la avenida Ciudad de Arauca, la más tradicional de la capital araucana, siempre ha mantenido su consultorio. Por allí ha pasado medio pueblo, que lo considera como su médico de cabecera. Pero también han desfilado mandatarios, profesionales, políticos en gestación, ganaderos, agricultores y hasta reinas de belleza que siempre buscan su asesoría y la bendición de Medina.

Se casó con Cármen Galindéz, de cuya unión hay cuatro hijos, todos profesionales. Tenía siete nietos y se sentía orgulloso porque uno de ellos siguió sus pasos y también es médico. Dijo que ejerció la medicina incluso cuando estuvo en México desempeñándose como Ministro y Consejero de la Embajada de Colombia entre 1975 y 1978. Allí realizó una especialización en enfermedades infecciosas.

Desde su juventud, cuando estudiaba en el internado del Rosario en Bogotá adquirió el hábito de madrugar. “Me levanto a las 5 y 30 de la mañana, camino un rato y luego abro el consultorio. Más tarde tomo tinto con los periodistas y voy a despachar en la Academia de Historia”, cargo que venía desempeñando. Aparte de la diplomacia fue representante a la Cámara, Intendente de Arauca, pionero de la salud y primer director del hospital San Vicente.

Precisamente a este centro asistencial ingreso el paso fin de semana, luego de sufrir un infarto de cara inferior, según lo explico el director del Centro Asistencia, Facundo Castillo. “Logramos estabilizarlo y recuperarlo, tanto así que ya estábamos pensando en darle de alta”.

Poco tiempo después las cosas se complicaron debido a un segundo infarto, complicando nuevamente su estado de salud y obligando a los directivos del hospital a enviarlo de forma inmediata hacia la capital de la República por vía aérea. “Al parecer el panorama se complicó en pleno vuelo y murió antes de llegar a la clínica Shaio donde iba ser atendido”, sostuvo Castillo.

Dijo además que se encargará personalmente de investigar a la empresa aérea que suministro el servicio de transporte, porque con esta ya son dos las personas que mueren en pleno vuelo. “La primera fue Yamit Benítez y ahora nuestro colega y amigo Alfonso Medina. Algo debe estar pasando”.

Agregó que precisamente hoy a nivel nacional se esta celebrando el día del médico y que sienten más que nunca su ausencia. “Fue una persona que nos enseño las cosas buenas de la vida y sobre todo a tener don de persona”, aseguró el director del hospital.

Las honras fúnebres de Medina Delgado, se realizarán mañana en la ciudad de Bogotá, porque gran parte de su familia de sangre se encuentra viviendo en esta ciudad, pero su otra familia, la del pueblo araucano, siempre lo llevará en el corazón.

“No existen las palabras para definir a este ser humano y lamentamos profundamente que sus familiares no hubieran devuelto su cuerpo para nosotros poder darle el último adiós”, afirmó el gerente de Llanera.com Danilo Sarmiento.

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