Tomado:
De la tradición y el mito a la literatura llanera. Tercera edición: corregida y ampliada.
Autor: Temis Perea Pedroza
En los lugares más inhóspitos de la gran extensión selvática que deslinda con los montes exuberantes y las densas serranías aparece temporalmente, de cuando en cuando, un hombre con características de lobo, o un lobo con características de hombre. Esta extraña figura, personificación de la selva, practica la unión libre y la bigamia. Rapta a las desprevenidas mujeres a las que rápidamente esconde en la maraña selvática. Su matrimonio lo realiza, como se dice en el llano, con el cura monte y el sacristán escobero. A este personaje selvático se atribuye la desaparición de muchas mujeres en la espesura boscosa.
El hombre lobo, denominado Salvaje por los nativos, rapta a las mujeres campesinas de la que se enamora. Se dice que posee una cueva en los más intrincado de la selva, donde se lleva a sus prisioneras a las que alimenta de frutas. El salvaje lame los pies de sus víctimas hasta hacerlos sangrar para evitar la huída se su ocasional compañera.
En otra versión, el salvaje es descrito con figura de simio. Con una pata hacia adelante y otra hacia atrás, según el rastro de las huellas que eventualmente deja en el barro.