Ante la crítica situación humanitaria y de orden público en el Catatumbo, el presidente Gustavo Petro declaró este lunes el estado de conmoción interior y emergencia económica, una medida excepcional contemplada en la Constitución para responder a crisis graves que desbordan las capacidades ordinarias del Estado.
La región ha sido escenario de enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC, que han dejado más de 11.000 desplazados, 80 muertos y al menos 20 personas secuestradas. “El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá. Nosotros, el gobierno, estamos al lado del pueblo”, aseguró el mandatario en su cuenta de X (antes Twitter).
Con la firma de todos sus ministros, Petro activó ambas figuras constitucionales, otorgándose facultades especiales para expedir decretos con fuerza de ley orientados a restaurar el orden público y atender la emergencia humanitaria. Según explicó, estas medidas permitirán conjurar los efectos de la violencia en los municipios fronterizos con Venezuela, especialmente en Tibú, Ocaña y Cúcuta, los más afectados por el conflicto.
“La acción de masacre cometida por el ELN con fuerzas traídas desde Arauca hasta el Catatumbo calca perfectamente el accionar de los grupos paramilitares”, señaló Petro, quien enfatizó que el gobierno no permitirá más crímenes de guerra en la región.
La declaración llega en un momento de profundo dolor y caos en el Catatumbo. El estadio General Santander de Cúcuta y otros espacios en Ocaña y Tibú han sido habilitados como refugios temporales para los desplazados, quienes llegaron con lo poco que pudieron rescatar de sus hogares.
El presidente también criticó al ELN, calificando a la guerrilla como un grupo que ha perdido sus principios revolucionarios y que ahora opera como una organización “mafiosa” al servicio de la codicia. “Ese ELN está muerto. Murió también entre los campesinos del Catatumbo, lo asesinó el actual ELN mafioso”, afirmó.
El anuncio ha generado diversas reacciones. Mientras algunos sectores aplauden la decisión como una respuesta contundente a la crisis, otros advierten sobre los riesgos de restringir derechos fundamentales bajo los estados de excepción.
Petro también llamó al poder judicial y a la comunidad internacional a respaldar estas medidas. “Espero del poder judicial su apoyo”, expresó.
La conmoción interior y la emergencia económica estarán sujetas a control político y judicial por parte del Congreso y la Corte Constitucional, que revisarán su constitucionalidad y la pertinencia de los decretos que emita el Ejecutivo.
Con este paso, el gobierno busca frenar la violencia que azota al Catatumbo, proteger a la población civil y reconstruir el tejido social de una región históricamente marcada por el abandono estatal y la confrontación armada. “Las armas de la nación están al lado del pueblo”, concluyó el presidente.