Una potente explosión sacudió el barrio Buenos Aires en la madrugada del 22 de enero de 2025, dejando una vivienda completamente destruida y causando graves daños a las casas vecinas. El hecho, atribuido a la manipulación de artefactos explosivos, cobró la vida de un hombre y desató el pánico en la comunidad.
La explosión, que ocurrió a las 3:30 a.m., se produjo cuando el fallecido, un presunto explosivista con antecedentes por el delito de rebelión, intentaba cargar un vehículo con aproximadamente 50 kilos de explosivos. Según confirmó Andrea Lizcano, secretaria de Gobierno Departamental, el hombre era originario del Cauca y tenía vínculos con grupos armados ilegales.
En el lugar, las autoridades encontraron un vehículo de placas COC-137 totalmente destruido, un computador, un cuaderno con esquemas de sistemas de lanzamiento por mortero, y facturas relacionadas con la fabricación de metralla. También se halló una motocicleta registrada a nombre de una persona del Cauca, lo que refuerza las sospechas de una red criminal activa en la zona.
Un menor de edad, que habría colaborado en la preparación del carro bomba, escapó del lugar con heridas graves. Se presume que también es oriundo del Cauca y que vivía en la casa desde diciembre junto con el hombre fallecido.
Este incidente se enmarca en un contexto de creciente inseguridad en el Meta, donde la gobernadora Rafaela Cortés Zambrano ha denunciado un incremento en los actos violentos, como homicidios selectivos, extorsiones y el reclutamiento forzado de menores.
La explosión refuerza las preocupaciones sobre el resurgimiento de la violencia armada en la región, históricamente afectada por la disputa territorial entre disidencias de las FARC y otros grupos ilegales.
La Policía Nacional adelanta investigaciones para determinar las intenciones detrás del carro bomba y los posibles responsables de este atentado frustrado. Las autoridades han intensificado los operativos en la región, buscando garantizar la seguridad de la población y prevenir futuros actos de terrorismo.
La comunidad, atemorizada por el incidente, exige respuestas inmediatas y mayores medidas de seguridad para evitar que el conflicto armado siga afectando la tranquilidad del Meta.