Arauca

Preocupante panorama por violencia intrafamiliar en Arauca

• 2005-07-08 09:48:53
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Con gran preocupación las autoridades han registrado el notorio aumento de la violencia intrafamiliar en los últimos años en la capital araucana. Según estadísticas de la Comisaría de Familia, mientras en el 2004 se presentaron alrededor de 450 casos, en lo que va del presente año se han decepcionado más de 500 denuncias. La comisaria Gloria Barbosa sostuvo que el maltrato físico es el que más predomina, seguido del verbal, especialmente por infidelidad. Según la funcionaria, este año se ha registrado un considerable aumentado de las denuncias porque tanto la mujer como el hombre se han atrevido a llevar los casos ante las autoridades.

 

 

“Vemos con preocupación que muchas de las agresiones físicas se deben al aumento de la infidelidad, especialmente de parte de las mujeres. “El hombre se entera que su cónyuge le montó cachos y entonces la emprende contra ella”, agregó la funcionaria.

 

 

Para reducir los altos índices de violencia intrafamiliar, el personero de Arauca, Álvaro Merchán propone que los hombres no ingieran tanto licor. “Si dejan de beber tanto trago y trabajan más la cultura del respeto, con seguridad disminuye la violencia en el hogar”.

 

Según el agente del Ministerio Público, es necesario fomentar más los valores al interior de la familia, como fórmula para reducir estos altos índices de violencia intrafamiliar.

 

 

Para el director regional del Instituto de Bienestar Familiar (Icbf), Álvaro Castellanos, el problema está en vía de solución, a través de los consejos de política social que realizan la gobernación y la alcaldía de Arauca para establecer tareas y asignar recursos para contrarrestar los altos índices de violencia intrafamiliar.

 

 

Sostuvo que este proceso se ve con buenos ojos, teniendo en cuenta que la mayoría de los 362 casos denunciados el año ante Bienestar Familiar incluyen a menores de edad por problemas de abuso sexual y maltrato infantil y psicológico.

 

 

“Es necesario concientizarnos que existe la problemática y partiendo de esa realidad direccionar recursos y establecer tareas. “De acuerdo con una investigación que se está realizando, se habla mucho pero se comprueba poco. Es necesario ofrecer alternativas para que la juventud no ocupe el tiempo ocioso en cosas indebidas”, agregó Castellanos.

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