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  • Última actualización 2024-04-18 10:12:06
El señalamiento realizado por el grupo armado ilegal del Ejército de Liberación Nacional – ELN, fue rechazado por las organizaciones defensoras de los periodistas y la libertad de expresión.
Arauca

Asociaciones de periodistas rechazan intimidación del ELN a la Voz del Cinaruco y La Silla Vacía

El señalamiento realizado por el grupo armado ilegal del Ejército de Liberación Nacional – ELN contra la emisora La Voz del Cinaruco “como un medio funcional a los militares” y al portal la Silla Vacía como "parte de esta matriz mediática difamadora, que además, llaman a golpear el movimiento social para debilitar la guerrilla, tratando de justificar la arremetida judicial y paramilitar que se ha agudizado, contra las organizaciones sociales y políticas de oposición al Establecimiento”, fue rechazado por las organizaciones defensoras de los periodistas y la libertad de expresión.

La Asociación de Periodistas de Arauca, (ADPA), rechaza los señalamientos de la guerrilla del Eln contra le emisora La Voz del Cinaruco, donde afirman que defienden intereses de las Fuerzas Militares.

La libertad de expresión no puede ser objeto de censura por parte de un grupo armado ilegal, ya que la comunidad tiene derecho a conocer todos los puntos de vista de la información.

La Voz del Cinaruco es una radio pionera en el departamento de Arauca y durante su existencia ha tenido que enfrentar múltiples ataques, pese a ello siempre ha logrado salir avante y manteniéndose firme al servicio de los araucanos.

Esperamos que los diálogos de paz entre el Eln y el gobierno nacional en Quito, Ecuador, tenga avances significativos y arrojen los mejores resultados, permitiendo asi frenar este tipo de intimidaciones.

Fecolper: Estigmatizan trabajo periodístico en Arauca el Ejército de liberación Nacional.

La Voz del Cinaruco medio radial más antiguo de Arauca fue estigmatizado por la guerrilla del ELN en las últimas horas.

Sus periodistas fueron señalados de ser colaboradores del Ejército Nacional.

La Corporación de Periodistas de Arauca COPAR rechaza categóricamente los señalamientos del Ejército de Liberación Nacional ELN, a través del Frente de Guerra Oriental, contra La Voz del Cinaruco, emisora con cubrimiento departamental y pionera en la AM en Arauca.

Los señalamientos que están no solo contra el medio sino contra los periodistas que laboran en la emisora, se hicieron a través de un comunicado de prensa que circula en el Departamento desde el 28 de marzo, donde señala a la emisora como un medio funcional a los militares.

Es importante señalar que La Voz del Cinaruco ha sido víctima en repetidas ocasiones del ELN, por el cubrimiento periodístico realizado a los anuncios del Gobierno Nacional de incrementar el pie de fuerza militar en esta parte del país.

La Corporación de Periodistas de Arauca y la Federación Colombiana de Periodistas, rechazan la estigmatización por parte del Ejército de Liberación Nacional ELN contra los periodistas e insta a las autoridades garantizar el ejercicio periodístico en esta parte del país que ha sido golpeada durante más de 30 años por esa guerrilla, de igual manera hace un llamado a los integrantes de la Mesa de Negociación de Quito, para que el Frente de Guerra Oriental respeten los estándares de la libertad de prensa y sean garantes del ejercicio periodístico en el departamento de Arauca.

“No aceptamos bajo ningún tipo de presión que se vulnere la libertad de expresión en el departamento de Arauca, no es posible que se siga coartando el derecho al ciudadano de recibir información y al periodista de informar “, sostuvo el presidente de la Corporación de Periodistas de Arauca, Carlos Alfonso Pérez Cedeño.

El ELN estigmatiza y pone en riesgo a La Silla Vacía y a la Voz del Cinaruco

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza los señalamientos estigmatizantes del Frente de Guerra Oriental del ELN contra algunos medios de comunicación.  

En el comunicado, que empezó a circular en el departamento de Arauca el 28 de marzo, la Guerrilla del ELN señala a la Emisora local La Voz del Cinaruco como un medio “funcional” a los militares y califica al portal La Silla Vacía (cuya directora, Juanita León, también preside el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa) como parte de una “matriz mediática difamadora (…) que llama a golpear al movimiento social para debilitar a la guerrilla”. Estas afirmaciones tienen un efecto intimidatorio a los esfuerzos de hacer periodismo en una región de censura, sitúan al ELN como una organización que está lejos de entender la deliberación pública como un insumo fundamental para la democracia y marcan un efecto inhibitorio en el cubrimiento futuro de las distintas noticias que se presenten en el departamento de Arauca.

El pasado 19 de marzo, La Silla Vacía publicó una historia titulada “El desgane con el proceso del ELN se siente más en Arauca”. Allí este portal señalaba que “diferentes asociaciones sociales, muchas de las cuales guardan alguna afinidad con los postulados políticos del ELN (…) se han empezado a movilizar alrededor del proceso (…). En cambio en Arauca, departamento militarmente clave para el ELN y uno de los fortines políticos de esa guerrilla, todo está congelado”.

Por su parte, en la Voz del Cinaruco, medio local que ha sido víctima del ELN en repetidas ocasiones, se ha dado cubrimiento periodístico a los anuncios del gobierno nacional de incrementar el pie de fuerza militar en la zona. 

En los dos casos, y atendiendo a la coyuntura actual de una mesa instalada de diálogos con el ELN en Quito, las publicaciones de La Silla Vacía y la Voz del Cinaruco no solo son legítimas, sino necesarias en un departamento con obstáculos permanentes para la libertad de prensa. El ELN, con su comunicado, afecta las garantías a este derecho en una región y en un momento crucial donde es necesario el libre flujo de información sobre asuntos de interés público. Contra la Voz del Cinaruco la FLIP ha registrado 9 ataques dentro de los cuales se destacan dos asesinatos de periodistas. 

Los señalamientos del ELN a La Silla Vacía y la Voz del Cinaruco no pueden ser considerados como mensajes de paz. Particularmente porque los estándares internacionales de libertad de expresión y del derecho internacional humanitario son claros en indicar que los periodistas son considerados población civil en el marco de los conflictos armados. Cuando una fuerza rebelde como el ELN les asocia con su enemigo militar (El Estado) deja en condición de riesgo a medios y periodistas.

Resulta cuanto menos paradójico que el ELN, que tanto ha defendido la participación de la sociedad en la mesa de diálogos de Quito, sea quien emite este tipo de señalamientos que lo único que provocan es limitar las posibilidades de que la sociedad colombiana documente, publique y reciba información sobre la difícil situación del departamento de Arauca.

El comunicado de la guerrilla muestra, o que el ELN se resiste a entender que la libertad de expresión y de prensa son la base mínima de la participación social, o que esta guerrilla entiende por “participación de la sociedad” aquella que sólo coincide con sus intereses y visiones de la realidad. En cualquier escenario, el pronunciamiento del ELN afecta el derecho a la información de los colombianos en general y del pueblo araucano en particular.

La FLIP exige al Gobierno Nacional brindar todas las garantías al cubrimiento periodístico en Arauca. De igual forma, hace un llamado a la Mesa de Negociación de Quito para que sus integrantes acaten los estándares de libertad de prensa, esto pasa por abstenerse de hacer señalamientos estigmatizantes, ser tolerantes a las críticas y responder a ellas en el debate público sin atacar a la prensa.  

Por su parte la Silla Vacia publicó la siguiente nota:

Cuando los periodistas de La Silla vamos a dar charlas, sobre todo por fuera de Colombia, la pregunta obligada siempre es si nos han amenazado. Yo siempre digo, orgullosa (y causando cierta decepción en la audiencia), que no. Que pese a que llevamos ocho años escribiendo artículos que revelan cosas que alguna gente preferiría que no se conocieran, ningún grupo armado nos ha intimidado. Tampoco lo hicieron durante la década en que cubrí el conflicto armado en la revista Semana y El Tiempo. Pero ahora, desafortunadamente, tendremos que decir que sí, que nos sentimos intimidados por el ELN.

Ayer el Frente de Guerra Oriental, liderado de facto por alias 'Pablito', que tiene a Arauca como epicentro, sacó un comunicado en el que dice que "La Silla Vacía hace parte de esta matriz mediática difamadora, que además, llaman a golpear el movimiento social para debilitar la guerrilla, tratando de justificar la arremetida judicial y paramilitar que se ha agudizado, contra las organizaciones sociales y políticas de oposición al Establecimiento”.

Lo sacaron a raíz de una historia que publicamos el 19 de marzo titulada “El desgane con el proceso del ELN se siente más en Arauca” y en el contexto de un comunicado para rechazar el envío de más militares a Arauca para combatirlos.

Allí describíamos cómo diferentes organizaciones sociales, que tradicionalmente han tenido alguna afinidad con los postulados políticos del ELN y algunas de las cuales han formado parte de lo que la guerrilla denomina “el frente amplio”, se han mantenido en silencio frente a las conversaciones iniciadas con este grupo armado mientras que en otras regiones, asociaciones semejantes están movilizadas alrededor de lo que está sucediendo en Quito.

Este mismo artículo había sido rechazado públicamente unas horas antes por el Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente, que pertenece al Congreso de los Pueblos, liderado, entre otros, por el senador Alberto Castilla.

Como lo denunció la Fundación para la Libertad de Prensa (cuya junta directiva presido), “cuando una fuerza rebelde como el ELN les asocia con su enemigo militar (El Estado) deja en condición de riesgo a medios y periodistas".

En general, a los periodistas de La Silla nos da muy poco miedo nuestro trabajo. Pero este comunicado, viniendo de una organización armada y con un récord tan pobre en derechos humanos, nos hace pensar dos veces sobre si mandar a un periodista a cubrir lo que está sucediendo en Arauca o en el Catatumbo.

La Silla, obviamente, seguirá cubriendo a la guerrilla y las estrategias que utiliza para ejercer su poder, así como las negociaciones en Quito. Y lo puede hacer desde la protección que ofrece ser un medio nacional en Bogotá.

Pero un riesgo muy diferente y mayor corren nuestros colegas de la Voz del Cinaruco, en Arauca, contra quienes también va dirigido el comunicado del ELN, que ya rechazaron

Flaco favor le hace a la deliberación pública esta guerrilla, que se precia y aspira a facilitar una negociación entre el Estado y la sociedad civil impidiendo que circule información con la que no están de acuerdo. Ponen en evidencia que la sociedad civil que tanto invocan es sólo la que es funcional a sus intereses.

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