La economía ganadera del centro poblado de La Esmeralda, municipio de Arauquita, atraviesa una grave crisis debido al cierre de las oficinas del Instituto Colombiano Agropecuario - ICA desde el pasado 30 de diciembre, según denunció el Comité de Ganaderos de la localidad.
El cierre administrativo, ocasionado por la terminación de contratos a finales de año y la falta de personal permanente, ha dejado en el limbo a los ganaderos, quienes no pueden realizar trámites esenciales como guías de movilización, registro de predios y vacunación, ni autorizar transporte de ganado. Esta situación ha provocado pérdidas económicas significativas y ha generado incertidumbre sobre el futuro del sector.
El comité alertó que el problema fue anticipado durante una reunión en Saravena con la gerente nacional del ICA y la gerente departamental de Arauca, Paula Andrea Cepeda Rodríguez, quienes asumieron compromisos para garantizar la continuidad del servicio. Sin embargo, las soluciones no se materializaron.
En una carta enviada al senador José Vicente Carreño, el comité expuso la magnitud del impacto en Arauquita, uno de los principales puntos de comercialización ganadera en Arauca. En respuesta, el congresista llevó el caso ante la dirección nacional del ICA y el Gobierno Nacional, exigiendo una solución inmediata.
Los ganaderos también señalaron que, aunque algunos cuentan con usuarios digitales para gestionar trámites, problemas técnicos como inventarios incompletos y caídas de la plataforma les impiden operar con normalidad.
El comité propone convertirse en un agente externo autorizado para gestionar estos procesos, al igual que ocurre en otras regiones del país. Sin embargo, afirman que, pese a cumplir con los requisitos documentales, no se les ha otorgado el permiso correspondiente.
El cierre del ICA no solo afecta a La Esmeralda, sino que también genera congestión en los puntos ICA de otros municipios, complicando aún más la situación para los productores locales.
La comunidad ganadera exige al Gobierno Nacional y al ICA tomar medidas inmediatas para garantizar la reapertura de las oficinas y asignar personal suficiente, evitando un mayor deterioro del sector, clave para la economía de Arauquita y Arauca en general.
Con un recorte del 40% en el personal del ICA a nivel nacional, según lo indicado por las autoridades, los efectos de esta crisis podrían replicarse en otros puntos del país si no se adoptan medidas estructurales que garanticen la continuidad del servicio en las regiones rurales más vulnerables.