Así lo anunció el coordinador Departamental Para la Gestión del Riesgo, Leonardo Barón Pulido, para referirse al trabajo que adelanta la Gobernación de Casanare como protección al puente de la quebrada La Curuché en el municipio cafetero.
Este puente, el cual comunica a las veredas Teislandia, Campo Hermoso, Chitacote, Llano de Pérez y el resguardo indígena de Barro Negro, con los municipios de Támara y Paz de Ariporo, fue puesto en peligro de colapso tras una fuerte creciente ocurrida en el mes de mayo, porque el nivel del afluente afectó su zapata izquierda y socavó en un 80% la vía.
Desde entonces, la Gobernación de Casanare a través de Gestión del Riesgo de Desastres y Obras Públicas, han venido realizando esfuerzos para proteger la estructura y mantener comunicados los campesinos con el resto del Departamento. Sin embargo, el cauce del río insiste en derribar el valioso puente, destruyendo las canalizaciones, jarillones y obras de protección.
“Los trabajos de mitigación evitaron el desplome definitivo del puente, pero no han sido suficientes ante la fuerza de la naturaleza, por ello tomamos medidas extremas para cuidar la estructura, estamos en la tarea de recaudar rocas de gran tamaño, algunas de más de dos metros, con las que realizamos un enrocado, el cual debería dar resultado ante tal comportamiento del afluente” explicó Barón Pulido.