El periodista José Dil Gutiérrez, conocido popularmente como “El Tábano”, murió sobre las 3 de la tarde de este viernes 14 de marzo, tras un infarto fulminante, reportaron las autoridades en la ciudad de Arauca.
José Dil Gutiérrez, según sus familiares, venía presentando dificultades cardiacas, pero nunca quiso recibir asistencia médica, aduciendo sentirse bien. Sin embargo, alcanzó a comentarle sus percances de salud a su colega Ángel María León, insistiendo en que, si bien eran de cuidado, tampoco daban para un desenlace fatal.
No obstante, minutos antes de las 3 de la tarde, el comunicador dijo a sus familiares que no respiraba bien y le dio un infarto en su residencia de la Urbanización El Arauca, de donde fue trasladado a la unidad de urgencias del hospital San Vicente, donde llegó sin signos vitales. Los médicos del centro asistencial implementaron los protocolos de reanimación, pero fueron infructuosos al no tener signos vitales, por lo que diagnosticaron su deceso.
Al comunicador de 48 años de edad, le sobreviven su esposa, Jackeline Quintero, y sus cuatro hijos, Mónica Marcela, Julián Francisco, Carlos Mauricio y Juan David Gutiérrez Quintero.
Su compañera permanente, descartó la posibilidad de trasladar a su esposo José Dil Gutiérrez a Campo Alegre, Huila, de donde era oriundo, y por el contrario, expresó que sus exequias se cumplirán en Arauca, la tierra a la que le debe todo lo que él fue.
El periodista fallecido era oriundo del departamento del Huila y llegó a Arauca hace 26 años, en 1988, a trabajar en la emisora de La Voz del Río Arauca y posteriormente a Radio Meridiano 70, de donde salió para fundar su periódico El Mirador, cuya publicación cada quincena se dio por siete años, pese a múltiples tropiezos, vetos y toda una serie de circunstancias que afrontó con valor y decisión.
José Dil se hizo célebre en su publicación de El Mirador con la sección de "Los Tabanazos", columna que acaparó la atención de la dirigencia política, críticos, abogados y de todos quienes se apasionaban por la actividad política y las circunstancias de orden público, causando escozor a quienes señalaba.
José Dil Gutiérrez, fue un hombre controvertido por el ejercicio de su trabajo, no tenía pelos en la lengua para decir las cosas, ni siquiera en sus columnas de opinión. Fue la piedra en el zapato para muchos mandatarios y políticos, aunque con una particularidad, le sacaba jugo a cada partida, y hay de aquel que cayera en sus manos.
La noticia del fallecimiento de Gutiérrez tomó por sorpresa al gremio periodístico local que se aprestaba a pasar un tranquilo fin de semana luego del intenso trabajo de cinco días después del proceso electoral y de las permanentes novedades del orden público que mantuvo en vilo a los medios noticiosos.
Paz en su tumba.