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  • Última actualización 2024-04-29 15:33:31

Ciro López: Mujer, Cultura Y Sentimiento En La Pintura.

El Dr. Ciro López es un hombre de mirada penetrante, espontáneo, de carácter fuerte, franco y conciso en su hablar...como el llanero. Y sin embargo no lo es. Nació en Cúcuta (N/S), pero el llano lo adoptó como uno más de sus hijos en 1974.

Se enamoró de nuestra cultura, de nuestra tierra, pero no había tenido la manera de expresarlo hasta que, hace doce años, el inmenso dolor y la frustración de la pérdida, lo llevó a refugiarse en la pintura. "Nació a raíz de que se murió de mi hija mayor. Y yo le compraba a ella y a mis hijos la música. Y al morir la hija, pues uno queda en una pena, en un sufrimiento, en un hueco. Donde el dolor es tan profundo, que uno llega a olvidar que existe Dios. Y si ponía música me acordaba de ella inmediatamente, entonces dejé la música a un lado, pero me metía más en la pena y en la tristeza. Hasta que llegó a mis manos un libro: ‘Locos Famosos' [...]. Y ellos tenían su locura a ratos, pero pintaban bien [...]. Luego vino la pérdida de la mujer, esa fue otra tragedia. Ahí fue que yo hice mi cristo descuartizado. En él gasté 13 meses haciéndolo a lápiz..."

Después de razonar en lo deprimido que estaba y leer aquellas experiencias, se embarcó en la pintura. Comenzó con dibujos sencillos pero fue el reconocido pintor, Norberto Sanabria, quién le enseñó la técnica de este arte, durante muchas tardes sabatinas.

La mujer es su musa, su inspiración. Y su grandeza, según el Dr. López, radica en el hecho de tener hijos. Es por esto y por una enorme gratitud hacia las mujeres más importantes de su vida, que en la mayoría de sus cuadros, siempre hay una mujer. Y una marca representativa del llano.

Esto es evidente en sus primeros cuadros, en los que pintó a la mujer como un cuatro, o un cuatro como una mujer; en una fusión en la que ninguno de los dos pierde su identidad. Una mezcla que me refleja sensualidad. "Es que el cuatro es una mujer. Es que si usted mira, el cuatro es una mujer: ancha de hombros, se le quita la pintura, ancha de caderas... entonces el cuatro es una mujer. Entonces por ahí empecé a pintar a la mujer pero era como decir disfrazada a través del cuatro".

Actualmente, refleja ese amor a la cultura llanera por medio de la cayena (la flor representativa del llano) que siempre acompaña a sus desnudos. Desnudos que no pintaba antes por temor, pero que luego vio como una manera de exaltar la belleza.

La pintura, para el Dr. López, es la manera de expresar lo que piensa, lo que siente, las cosas de la vida diaria con las que no está de acuerdo. En ellas, no están el joropo, ni el arpa, ni el coleo. Quizá sea por eso que haya que entender sus cuadros para poder apreciarlos en su justa dimensión. "Por ejemplo ese cuadro que está aquí al frente una mujer crucificada de espaldas, pues nadie la entiende. No es que yo esté imitando a un cristo. Lo que pasa es que viendo el cuadro, por ejemplo hay mujeres que se casan y los esposos nunca más la vuelven a llevar a bailes, ni las dejan estudiar, ni las dejan trabajar, o sea que las ponen de espaldas a la realidad, las crucifican. Ese es el significado del cuadro".

El pensamiento del Dr. López frente a la manera de resaltar nuestra identidad llanera es que la pintura hace que una cultura trascienda en el tiempo. El suficiente, como para volverse inmortal. Este es su mensaje: "Tenemos que conservar lo que tenemos, nuestra identidad. Y hacer arte. Pintar. [...] Pintemos lo nuestro, mostremos que tenemos nuestros elementos para hacer arte y conservar lo nuestro que es el joropo, que es coleo y hagamos otra cosa que es la pintura porque si usted se pone a revisar la historia, las grandes culturas han desaparecido, pero quedan sus obras y eso lo representa a uno donde quiera que vaya. [...] Y eso le da identidad a una población"

La pintura, entonces, es un medio para expresar lo que pensamos, sentimos, amamos e incluso, odiamos. Es una ventana que abrimos al mundo para que pueda mirar nuestro interior. Definitivamente, una manera de preservar lo nuestro a las siguientes generaciones. Y un legado para el futuro.

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