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Lokillo rey del contrapunteo en Yopal, Casanare.
Cultura

El Triunfo de Lokillo Flórez en contrapunteo, ¿Evolución o Sacrilegio?

Por: Maikel Mendoza

En la ciudad de Yopal, Casanare, el Festival Internacional Rey de Copleros, un escenario tradicionalmente reservado para celebrar la destreza y el arte del contrapunteo llanero, se convirtió en el epicentro de una discusión cultural sin precedentes. La victoria de Lokillo Florez, un trovador improvisador conocido más por su faceta cómica que por su adherencia a la copla llanera tradicional, ha encendido un debate apasionado sobre los límites de la tradición y las posibilidades de su evolución.

Para muchos, la presencia de Florez en el festival, ajeno al atuendo típico del coplero llanero y adornado con tatuajes y sarcillos, fue vista como un desafío a la normativa cultural establecida. Sin embargo, este acontecimiento resalta precisamente la importancia de su victoria: Lokillo no solo aceptó el reto de competir sino que brilló, demostrando que el arte del contrapunteo puede trascender sus propias fronteras tradicionales a través de la agudeza y versatilidad del verso.

Durante el evento, la capacidad de Lokillo para tejer complejas rimas fue evidente, sobre todo en la final, donde enfrentó al reconocido coplero casanareño Alexis Sanabria. Esta confrontación no solo subrayó su amplio vocabulario sino también una frescura temática que llevó a los competidores tradicionales fuera de su zona de confort, desafiándolos a innovar y adaptarse.

Esta victoria de Lokillo Florez no debería interpretarse como un desprecio hacia la tradición sino más bien como un llamado a reflexionar sobre la adaptación y el crecimiento de nuestras prácticas culturales. Las actuaciones en recientes festivales habían dejado un sinsabor, marcadas por una tendencia hacia la predictibilidad y falta de innovación en el contrapunteo. La intervención de Florez ha inyectado una vitalidad necesaria, proponiendo que la innovación y la tradición no solo pueden coexistir sino enriquecerse mutuamente.

Lejos de ser un motivo de "orgullo herido", la participación y victoria de Lokillo en Yopal, Casanare, representa una oportunidad. Nos invita a dialogar sobre cómo nuestras tradiciones pueden adaptarse y crecer, integrando nuevas voces sin que por ello pierdan su esencia. La verdadera tradición no es la que permanece inmutable, sino aquella que se renueva y vive, evolucionando con cada nueva voz que se une al coro de nuestra historia cultural.

 

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