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  • Última actualización 2025-04-15 14:05:12
 Crisis humanitaria y expansión armada, el preocupante panorama de seguridad en Colombia según informe de la FDN
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Informe de la FDN: Crisis humanitaria y expansión armada, el preocupante panorama de seguridad en Colombia

La Federación Nacional de Departamentos (FDN) encendió las alarmas sobre una escalada violenta que mantiene en vilo a al menos 12 regiones del país, con epicentro en el Catatumbo, donde el enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc ha desencadenado una crisis humanitaria. El informe, basado en datos oficiales, organizaciones internacionales y ONG, revela que la violencia se expande bajo el control de grupos que operan como carteles transnacionales, reclutan menores y acumulan más de 20.000 hombres armados.

La guerra silenciosa en las regiones

El documento señala que, además de Norte de Santander (zona del Catatumbo), hay focos críticos en el Bajo Cauca antioqueño, Arauca, Nariño, el Pacífico chocoano y el Valle del Cauca, entre otros. Allí, los grupos no solo libran batallas por el territorio, sino que han tejido redes con estructuras criminales internacionales para controlar rutas del narcotráfico, la minería ilegal y otros negocios ilícitos. “El ELN, las disidencias y el Clan del Golfo están en una carrera por expandirse. Usan la violencia para imponerse”, advierte el texto.

Uno de los hallazgos más preocupantes es el crecimiento del ELN, que hoy despliega influencia desde Antioquia hasta la frontera con Venezuela y Brasil. “Su control en el oriente del país les permite dominar economías ilícitas y avanzar hacia áreas estratégicas”, detalla el informe.

Cifras que estremecen: extorsión, secuestro y desplazamiento

Las estadísticas de la FDN muestran un aumento alarmante de delitos:

  • Extorsiones: pasaron de 9.791 en 2022 a 12.334 en 2024.
  • Secuestros: subieron de 223 a 290 en el mismo periodo.
  • Trata de personas: casi se duplicó (de 145 a 250 casos).

Aunque los homicidios registraron un leve descenso (de 13.540 a 13.357), este dato contrasta con el drama humano en zonas como el Catatumbo, donde 12 exintegrantes de las Farc firmantes del Acuerdo de Paz han desaparecido y más de 73.000 personas han sido víctimas de desplazamiento forzado o confinamiento.

Reclutamiento de menores y críticas a las políticas de seguridad

El informe subraya que los grupos armados están reclutando a menores de edad para fortalecer sus filas. “Es una estrategia perversa que garantiza su renovación y control territorial”, señala un apartado. Sin embargo, líderes sociales y expertos cuestionan la efectividad de las medidas gubernamentales.

“El Estado responde con operativos militares, pero no ataca las causas: pobreza, falta de educación y ausencia de oportunidades en las regiones”, afirmó un representante de una ONG en Nariño, quien pidió anonimato por seguridad.

En el Catatumbo, donde los combates entre el ELN y las disidencias han arrasado con cultivos y obligado a familias enteras a huir, la desconfianza hacia las instituciones crece. “Nos sentimos abandonados. Llegan los soldados, pero los grupos vuelven cuando se van”, relató María (nombre cambiado), desplazada en Tibú.

¿Un futuro incierto?

La FDN insiste en que la crisis requiere una respuesta integral, más allá de la fuerza militar. No obstante, mientras el Gobierno insiste en que “avanza en la recuperación territorial”, las comunidades piden acciones concretas para frenar el desplazamiento, proteger a líderes sociales y cortar los flujos de dinero ilegal que alimentan a estos grupos.

El informe concluye con una advertencia: si no se prioriza la inversión social y la cooperación internacional para atacar las economías criminales, Colombia podría enfrentar una fragmentación aún mayor de su territorio, con regiones gobernadas de facto por armas y terror.

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