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  • Última actualización 2025-06-05 09:24:08
Los araucanos celebraron el día del llanero, con desfile y representación de costumbres llaneras, realizadas por personas de los 7 municipios del departamento de Arauca.
Arauca

Que orgullo es el ser llanero y que feliz nos sentimos de celebrarlo un 25 de julio

Este lunes 25 de julio los llaneros y no llaneros que vivimos en Arauca y que sentimos con el corazón esta tierra, nos vestiremos con el mejor atuendo para homenajear el trabajo que en otras épocas hicieron hombres y mujeres que hoy nos permiten conmemorar esta fecha. Y no es disfrazarnos como dicen algunas personas, que no ven con buenos ojos esta celebración o que se avergüenzan de haber nacido en una tierra tan envidiable y prodigiosa como Arauca.

Y hablo de llaneros y no llaneros porque esta idea de celebrar cada 25 de julio el Día del Llanero, nació de un trabajo de investigación realizado por un hombre de Fusagasugá, pero con corazón llanero y muy orgulloso de vivir en estas tierras como lo es el profesor Luis Alberto Sabogal. A usted profe, nunca nos cansaremos de decirle gracias, gracias por elogiar nuestra raza y sobre todo por reconocer la importancia del hombre y la mujer llanera.

Claro está que la idea la materializó un hombre de llano y sabana, el licenciado Diego Fermín Linares Castejón, quien en el 2001, cuando ostentaba credencial de diputado se puso a la tarea de preparar un proyecto de ordenanza para que hoy esta celebración deba realizarse en cada uno de los siete municipios araucanos.

A usted, licenciado Diego, que tanto aporte le ha hecho a Arauca, nuevamente mil gracias, lo queremos mucho y cada Día del Llanero lo recordamos con orgullo raizal, o bueno lo quiero yo, por si alguien le molesta que generalice.

Seguramente en la celebración que se tiene prevista por parte de la Casa Departamental de la Cultura, vamos a volver a ver vestidos floreados, cotizas negras, sombreros de nuestros abuelos, amansa locos (Camisa de franela manga larga que utilizaban los hombres para el trabajo de llano), Tucos (pantalones a la rodilla), mantas, cuchillos con funda en un rejo terciados en la cintura de los hombres, mandadores, chimó, gofio, gelatina e pata, guaco, polleros y un sin número de trajes que se resisten a desaparecer porque aún quedan muchos parientes de la sabana que las lucen con orgullo.

O también encontraremos oficinas adornadas con elementos de la época de antes; como trojas para lavar la losa con dos poncheras de aluminio y la batea al lado para lavar la ropa, mesas de madera con sillas de cuero, el típico fogón de leña acomodado con barro, casas de palma o moriche, sillas de montar, tarabitas, platos de peltre, jamugas, matas de topocho, café cerrero, mangas de colar café, planchas de vapor y un sin número de elementos que no terminaría de mencionar.

Esto que año tras año se realiza para conmemorar la fecha, aunque lo hagamos de manera tímida, nos tiene que llevar a la reflexión, porque nosotros los que tenemos las costumbres, los que guardamos la moralidad, la fe y las tradiciones del hombre llanero, estamos llamados a divulgarlas y a enseñarlas a nuestros hijos.

No es justo que un muchacho hoy en día le dé pena ir a la sabana a trabajar llano, coger un machete y un garabato para limpiar la entrada a la finca, preparar un café en la manga de colar o comer hayaca diciendo que es más rico el tamal tolimense. A propósito ¿dónde quedó la Cátedra Arauca?

Y lo digo porque así lo observo a diario y sé que se pueden divulgar las costumbres del llano, porque aunque don Erasmo Guerrero Espejo y doña Ana Silvia Alvarado Olivo (mis papás), poco nos permitieron, a sus tres hijos mayores estar en la sabana, si nos enseñaron y aún nos inculcan cómo eran las costumbres de antes y cómo estas aún se pueden aplicar en nuestra sociedad. Ah y eso que mis dos hermanos menores, porque somos cinco, vivieron desde pijoteros en Bogotá, pero hoy por hoy usan sombrero, escuchan a diario música llanera, comen sancocho de hueso todos los 25 de diciembre y los 24 y 31 de diciembre comen hayacas criollas hechas en Bogotá por nuestros papás.

Nuestra tarea amigo ciudadano es enaltecer la multiculturalidad, pero no dejar acabar las tradiciones del llano. Fíjense ustedes como los antioqueños lucen con orgullo el sombrero aguadeño, el boyaco su ruana, el tolimense su pañuelo rojo, el costeño su sombrero vueltiao, el guajiro su mochila wayuu y en fin, cada colombiano se siente orgulloso de haber nacido en el pedazo que le tocó y tienen identidad, en cambio nosotros tenemos una mezcolanza que no nos permite sentirnos seguros de lo que somos: unos llaneros dignos de la sociedad colombiana, pero que a partir de ahora seguramente vamos a empezar.

Mi familia, los Guerrero Alvarado, los que unos nacimos en Elorza y Arauca con partera, y dos en el hospital San Vicente, y que hoy en día vivimos entre Bogotá y Arauca, nos sentimos orgullosos de ser llaneros, de bailar joropo, de sentir nuestra raza, de querer a nuestros aborígenes, de pedir la bendición, de ver a mi papá escupir chimo, de colar café en la manga, de comprar un sombrero borsalino para los cumpleaños de mis hermanos, de recorrer la llanura colombiana y de gritar donde nos paremos, que Viva Arauca, que viva el llano y que viva la tierra que nos vio parir.

Feliz Día para todos los llaneros de Colombia y Venezuela y en espacial para nuestros parientes de Arauca.

No se trata de que volvamos al pasado, que neguemos que hoy vivimos en el mundo de la globalización. Lo que se busca es que no olvidemos nuestra tradición, que jamás olvidemos de dónde venimos, de quiénes fueron nuestros ancestros. Los grandes pueblos han llegado a ser grandes porque jamás han negado su pasado ni su historia, sino porque han aprendido de ella y eso los ha hecho grandes

Post-data: Y no me vayan a salir con el cuento que el Día del Llanero, es igual al Día de la Araucanidad, porque son dos cosas distintas pero que igual enaltecen nuestra raza. Ojo, el 4 de diciembre, Día de la Araucanidad es en homenaje a la fundación de Arauca y el 25 de julio, Día del Llanero, es en homenaje a los llaneros que hicieron parte de la gesta libertadora, si ven, entonces empecemos a trabajar ya por la construcción de ciudadanía, ayudémonos.

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