En medio del aumento de casos de fiebre amarilla en el país, ha resurgido un mito peligroso: que los monos son los responsables de transmitir la enfermedad. Esta creencia no solo es falsa, sino que pone en riesgo a especies silvestres que cumplen un rol clave en la salud pública y el equilibrio ecológico.
Los verdaderos transmisores: los mosquitos
La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se propaga a través de la picadura de mosquitos infectados, principalmente Haemagogus y Sabethes en zonas selváticas. Estos insectos actúan como vectores, es decir, transportan el virus de un organismo a otro.
Cuando un mosquito pica a un mono infectado y luego a un humano, puede transmitirle el virus. Pero el mono no contagia directamente al ser humano; al igual que nosotros, es una víctima más del ciclo de transmisión.
Monos, centinelas del bosque
Lejos de representar una amenaza, los monos son esenciales para la detección temprana de brotes de fiebre amarilla. Su infección suele ser el primer indicio de que el virus está circulando en un área determinada.
Por eso, desde Cormacarena se ha hecho un llamado a la ciudadanía para reportar cualquier mono muerto o con comportamientos anómalos a la línea de fauna: 321 482 0327. Las muestras biológicas recolectadas son analizadas por la Secretaría de Salud de Villavicencio, lo que permite a las autoridades delimitar las zonas de riesgo y actuar rápidamente.
Casos en aumento y llamado a la vacunación
El Ministerio de Salud y Protección Social ha confirmado que en lo que va de 2025, el Tolima registra 24 muertes por fiebre amarilla, el número más alto en el país. En el Meta, se han reportado dos fallecimientos en los municipios de Granada y La Macarena.
Ante esta situación, se ha intensificado la colaboración entre Cormacarena y las autoridades de salud a nivel nacional, departamental y municipal para contener la propagación del virus.
El clima tropical del Meta crea un ambiente propicio para la proliferación de los mosquitos vectores, lo que hace aún más urgente la vacunación.
La vacuna: segura y efectiva
La vacuna contra la fiebre amarilla es gratuita, segura y de por vida. Es la herramienta más efectiva para prevenir esta enfermedad mortal. La ciudadanía puede acudir a los centros de salud más cercanos para recibirla, especialmente si reside o viaja a zonas de riesgo.