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  • Última actualización 2025-04-25 15:45:55
El glaciar Ritacuba Negro es uno de los picos nevados de la Sierra Nevada del Cocuy. Foto: LUIS ACOSTA/AFP
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El glaciar Ritacuba Negro, una llamada antes de la extinción

En lo más alto del Nevado del Cocuy, a 5.400 metros sobre el nivel del mar, una reliquia de hielo lucha por su existencia. El Glaciar Ritacuba Negro, uno de los últimos vestigios de la era glacial en Colombia, podría desaparecer en 2048 si la temperatura global sigue en ascenso, según un reciente estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL). La amenaza es inminente y su pérdida marcaría un punto de no retorno para los ecosistemas y comunidades que dependen de su agua.

Un ecosistema al borde del colapso

El derretimiento del glaciar no solo representa la desaparición de una majestuosa formación de hielo, sino también el colapso de un ecosistema entero. El Parque Nacional Natural El Cocuy, que alberga más de 20 picos nevados, es refugio de especies emblemáticas como el oso de anteojos, la danta y el frailejón. Sin embargo, con la disminución del caudal glaciar, la biodiversidad enfrenta una crisis sin precedentes.

Las comunidades indígenas, como el pueblo u'wa, han habitado estas tierras por siglos y dependen del agua que fluye desde el glaciar para su vida diaria. Su cultura y forma de vida están intrínsecamente ligadas al equilibrio del ecosistema, que ahora se ve amenazado por la crisis climática.

Cifras alarmantes y un futuro incierto

El estudio liderado por la profesora Nancy Villegas Bolaños y la geóloga Valeria Pasachoa analizó datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) entre 2014 y 2023. Se identificó que variables como la temperatura del aire, la humedad relativa y las lluvias han afectado drásticamente el caudal del glaciar. A través del modelo climático RCA4, las proyecciones indican que para 2048 la disminución será irreversible.

Colombia ha perdido ocho glaciares en los últimos 100 años. De los 347 km2 de hielo que existían hace ocho décadas, hoy solo quedan 34 km2. Esta tendencia sigue el patrón global: la ONU advierte que, a nivel mundial, 200.000 glaciares han sufrido pérdidas irreversibles entre 2021 y 2022, y al menos la mitad desaparecerán antes de 2100.

Ciencia y prevención: el papel del conocimiento

El estudio también resalta la necesidad de más estaciones limnigráficas para monitorear los niveles de agua en los glaciares colombianos. Actualmente, solo una estación del Ideam recoge datos sobre el Ritacuba Negro, lo que limita la capacidad de análisis y respuesta ante la crisis.

Además, los eventos climáticos extremos han dejado huella en la dinámica del glaciar. En 2016 y 2020 se registraron aumentos extremos de temperatura y radiación solar, mientras que entre 2014 y 2015 hubo un enfriamiento relativo. Este tipo de fluctuaciones, impulsadas por fenómenos como El Niño y La Niña, resaltan la urgencia de contar con estudios más detallados y medidas de mitigación eficaces.

El llamado a la acción

La extinción del Glaciar Ritacuba Negro es más que una pérdida geográfica: es un símbolo del impacto humano en el planeta. Cada metro de hielo que se derrite es una señal de alerta para la humanidad. La ciencia ha hecho su parte al revelar la gravedad de la situación. Ahora, la responsabilidad recae en los gobiernos y en la sociedad para tomar medidas urgentes que desaceleren el calentamiento global y protejan los últimos bastiones de hielo en Colombia.

El tiempo se agota. El Ritacuba Negro sigue resistiendo, pero su destino, al igual que el de muchos otros glaciares del mundo, pende de un hilo.

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