La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la tarde del 21 de febrero en una zona no determinada del piedemonte araucano entregó a una comisión humanitaria a los cuatro soldados que mantenía secuestrados desde el 18 de febrero. La liberación fue coordinada por la iglesia católica y la Defensoría del Pueblo.
Los uniformados, Deiber Zambrano Oviedo, Henry Andrés Hernández Muñoz, José Miguel Ruiz Cabrera y Misael Lugo Díaz, habían sido interceptados cuando regresaban de un permiso de vacaciones.
El Ejército Nacional confirmó su liberación y los recibió en el Cantón Militar San Jorge, en Saravena. Tras evaluaciones médicas, se informó que se encuentran en buen estado de salud y pronto se reencontrarán con sus familias.
Las fuerzas militares y sectores políticos reiteraron su rechazo al secuestro y exigieron el cese de estas prácticas criminales por parte del ELN.