Muchos guates se han enamorado del llano y Juan Harvey Caicedo fue uno de ellos, revisando nuestros archivos encontramos canciones como La Doncella del Río, Ser Llanero Cuesta Caro, El Ánima de Santa Helena, El Caporal y El Espanto, La Demanda de Sandalio, del compositor araucano Héctor Paul Vanegas a quien le grabo más de 30 poemas en su carrera. El llanero Juan Harvey, con su voz dibujaba los poemas, nos hacia sentir en el llano, recordando a La Doncella del Río una tonada nostálgica y le da fuerza a este poema surrealista...
A veces yo no me encuentro
Se lo juro compadrito,
Quizás yo sea un laberinto
Donde galopan los ecos
Como rebaños mostrencos
En la pampa de mi ser,
Marcando pasos de ayer
En el rumbo sin regreso...
Ser Llanero Cuesta Caro y Juan Harvey fue llanero, su corazón se sentía en el llano, por eso pudo interpretar su música y hacernos sentir orgullosos de ser llaneros al escuchar sus declamaciones....
Llanero no es el que canta
Ni aquel que baila joropo
Ni quien forma el alboroto dándole golpes a un arpa
Ser llanero vale un alma
Y muchas leguas de tiempo
Hay que sentirse por dentro como la sabia en la palma
Como la pepa en la guama que el invierno desconcha
Como guarura en su concha
Como gabán con gabana...
Finaliza esta canción con:
Aquí termina mi canta
Donde comienza el camino
Voy trochando mi destino en lomo de la esperanza
Y no es que forme alharaca
Ser llanero cuesta caro...
Y fue llanero, muchos crecimos escuchando en la radio en las mañanas llaneras las leyendas El caporal y el espanto y el Ánima de Santa Elena, los pelos se crispaban al escuchar estas historias nacidas del pensamiento del llanero, del valiente el llanero que siempre lucha contra el demonio y gana... así como lo escribió el venezolano Alberto Arvelo Torrealba con su Florentino y el diablo, pero aquí en Colombia Juan Harvey nos dio a conocer el valiente llanero que no se dejo correr de su llano con el caporal y el espanto.
Una frase que identifica la cordialidad del llanero es la que pronunciaba Juan Harvey en la leyenda del Ánima de Santa Elena y con la cual iniciaba sus presentaciones en público.
Es una ley del llanero darle la mano al que llega
El que esta adentro se atiende,
El que esta afuera se apea
Y con gran algarabía se le abre la talanquera
Como si fuera un hermano que de otras tierras viniera...
Así vivió con el llano en su corazón, corazón que dejo de latir este 21 de octubre, pero estará en el corazón de los llaneros siempre y recordaran cuando escuchen los poemas que declamaba con gran emoción por su llano, llano que lo recibió como su hijo, nacido en las inmensas sabanas, en donde en el horizonte el cielo se une con la tierra, tierra donde los amaneceres y atardeceres llenos de múltiples colores que junto con las garzas y el trinar de la aves, convierten al llano en un tierra sin igual, en un paisaje que queda grabado con oleos en el lienzo de nuestros recuerdos.
En llanera.com pueden escuchar los poemas interpretados por este singular llanero Juan Harvey Caicedo.