El 14 de octubre del 2010 fueron asesinados los hermanos Jimmy Ferney, Jefferson Giovanni y Jenny Narvey Torres Jaimes de nueve, seis y 14 años de edad respectivamente. Un año después no se ha hecho justicia en este cruel homicidio por el que hasta ahora sólo responde el ex subteniente Raúl Muñoz Linares.
El juicio, que avanza lentamente contra el exmilitar acusado de doble violación y triple homicidio, se ha visto opacado por dilaciones atribuidas a la defensa, por supuestas amenazas a la población de la zona rural del municipio de Tame (Arauca) y por el homicidio de la Juez de Saravena, Gloria Constanza Gaona.
Actualmente el juicio se encuentra suspendido y en espera de que el Tribunal Superior de Bogotá resuelva una apelación de la defensa del uniformado, según la cual busca sea incorporado el testimonio de un desmovilizado de la guerrilla, quien asegura que el triple homicidio fue cometido por un grupo guerrillero.
Una vez sea resuelto este recurso continuará el juicio de Muñoz Linares, en el que van a declarar algunos integrantes de la Tropa que lo acompañaba durante los días en el que fueron violadas dos menores y asesinada una de ellas junto a sus dos hermanos.
Durante el juicio han declarado como testigos cinco campesinos de Tame que ayudaron en la búsqueda de los tres menores desaparecidos en la vereda Caño Temblador el 14 de octubre del 2010, así como un voluntario de la Cruz Roja colombiana, que participó en el levantamiento de los cadáveres.
Sin embargo el testimonio más desgarrador fue el de José Álvaro Torres, padre de los tres menores asesinados, quien responsabilizó al Ejército del crimen de sus hijos, tras asegurar que días antes del crimen, tropas del Ejército estuvieron rondando su vivienda y que en el patio de su casa halló huellas de botas, al parecer militares.
Al término de su testimonio sostuvo que su vida y la de otros habitantes de la región están en riesgo, luego de los hechos en los que murieron sus hijos, denuncia que también fue confirmada por otros de los testigos, quienes advirtieron de los riesgos en la región.
"Para mi pido justicia y que haya respeto para la vida de los testigos que han venido y para la vida de toda la comunidad que está en la vereda. Si algo sucede, las consecuencias están a cabo del tipo que hizo el crimen con mis hijos", sostuvo el padre de los menores.
Otro de los testigos, a quien la Juez 27 de Conocimiento le solicitó reserva de la identidad, aseguró que en la región persiste el temor y supuestas amenazas ante los hechos ocurridos y que mucha de estas personas temen por sus vidas o cualquier tipo de represalia.
"Soy testigo claro y verdadero de lo que vivimos, y soy testigo de lo que vivimos hoy en día, la zozobra que se vive en la región por causa de eso, porque eso no se había vivido ni lo habíamos escuchado en el departamento de Arauca, hay un temor, un pánico que nosotros nos sentimos como oprimidos", sostuvo el testigo.
El juicio se adelanta ante la Juez 27 de Conocimiento, en el Complejo Judicial de Paloquemao, luego de que se ordenara trasladar el proceso que era llevado por la Juez Gloria Constanza Gaona, quien fue asesinada al parecer por integrantes de las farc y cuyas investigaciones tiene a tres personas detenidas y en proceso judicial.