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- Colombia
- Última actualización 2024-04-29 15:33:31
Rincón literario: El Juego
Giovanni Figueroa es un joven y talentoso escritor sogamoseño,vinculadoal departamento del Casanare,desde hace muchos años, ha obtenido importantes premios internacionales como nueva figura de la literatura colombiana ,el Juego es un cuento donde muestra todo grandeza como escritor.
Por Giovanni Figueroa T.
Desde la sala donde juegan los niños se alcanza a ver la despedida en el umbral de la casa del Sargento Ramírez y su esposa Miriam. Se besan rápidamente en la mejilla, el quepis en la mano derecha, el traje planchado a primera hora por Miriam; el sargento sale y ella que se recarga en la puerta unos instantes para observarlo hasta acordarse de la losa por lavar, los pisos sucios, guardar las porcelanas por que hoy trajeron a Ivancito, el hijo de mi Primero Báez, para que acompañe a Oscarito que ayer estuvo de cumpleaños. Miriam los avista despreocupadamente y se introduce en la cocina, el fragor del chorro del lavaplatos la aleja del bullicio de los pequeños.
Por Giovanni Figueroa T.
Desde la sala donde juegan los niños se alcanza a ver la despedida en el umbral de la casa del Sargento Ramírez y su esposa Miriam. Se besan rápidamente en la mejilla, el quepis en la mano derecha, el traje planchado a primera hora por Miriam; el sargento sale y ella que se recarga en la puerta unos instantes para observarlo hasta acordarse de la losa por lavar, los pisos sucios, guardar las porcelanas por que hoy trajeron a Ivancito, el hijo de mi Primero Báez, para que acompañe a Oscarito que ayer estuvo de cumpleaños. Miriam los avista despreocupadamente y se introduce en la cocina, el fragor del chorro del lavaplatos la aleja del bullicio de los pequeños.
Oscarito saca de la caja de los álbumes de fotos familiares el juguete plateado, brillante, y se lo enseña a Ivancito que deja al dinosaurio púrpura sobre el piso. Ivancito lo alza, pero le pesa demasiado, lo coge a dos manos y le apunta a Oscarito , pum dice, Oscarito lo quiere de regreso y riñen, halan el revólver de lado a lado, uno por la cacha y el otro por el cañón, Ivancito lo gana y sale corriendo alrededor de la sala, Oscarito lo persigue, una sonrisa tierna y extraña se le dibuja en el rostro, se empujan , refocilados , pum pum dice Ivancito, Oscarito le entiende y regresa a la alfombra por el caballo, lo convierte en su arma, le apunta , pum , y entonces se esconden detrás de los muebles, se asoman tímidamente y vuelven a meter la cabeza, Ivancito sale en carrera del largo del sillón y el revólver se le cae al piso de lo pesado, cada par de ojos se da cuenta al momento del juguete a la deriva, se lanzan desmedidos por el arma, se arrastran por la alfombra y Oscarito lo gana luego de disputarse un rato, y sale corriendo hasta el comedor, Ivancito lo acecha por un lado y Oscarito se va por el otro, se observan retadora y juguetonamente desde el otro lado de la mesa de manera respectiva, los ojos se encandilan retozones, Ivancito lo busca por un lado y Oscarito corre de nuevo a la sala, se encuentran y caen carcajeando en la alfombra sobre el armatodo, pum pum dicen, el teléfono timbra y Miriam sale a contestar, y ellos impávidos continúan el juego, uno será el policía y el otro el bandido, de nuevo se esconden tras los sofás, la bocina en la oreja de Miriam, acabó de salir para el Batallón porque hoy es la entrega de armas de los reclutas, bueno, hasta luego, y ellos que siguen su perseguidora, uno con el arma, el otro con el caballo, y Miriam regresa a la cocina sin regalarles una ojeada, y es en ese punto del juego en que deciden sin palabras respetarse el turno con el revólver: Oscarito lo carga a dos manos mientras Ivancito ordena fichas de dominó sobre un sillón, paradas, y entonces Oscarito medio bota el arma y alcanza a tumbar unas cuantas, luego viene al turno Ivancito que tumba otras y en eso el juguete cae pesada, fuertemente sobre la alfombra, desprendiéndose el tambor y dejando al aire unas cuantas balas, Miriam sale de la cocina alzando una montaña de ropa por planchar, cruza la sala y con el rabillo del ojo alcanza el arma, se acuerda del revólver que se le dañó a su esposo, es el dañado piensa y sigue caminando hacia su cuarto, sube las escaleras, en tanto que Oscarito recoge dos balas y se entretiene con ellas, las revisa y se sorprende, pum dice, Ivancito intenta cerrar el revólver, lo golpea contra el piso y lo consigue, le apunta a la espalda de Oscarito, y algo en Miriam le da por revisar el escondite del arma de seguridad de la casa, en el clóset, bajo las cajas de zapatos, la caja raída de las fotografías, y no encuentra nada, y se levanta amilanada, las piernas trémulas y pum, y ella lanza un corto grito, una explosión seca, que apenas permite el eco de un pitico, y se atrapa la cara con las manos y se desvanece de rodillas contra la puerta del clóset, queda en blanco un instante, se levanta y corre por el rellano de la escalera y una lágrima le salta sin pensarlo , sin sentirla, y baja las escaleras y Oscarito está tendido en el piso, sonriendo al igual que Ivancito, divertidos por que nunca se espera en el juego que un globo que quedó del cumpleaños se reviente de esa manera.
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