La historia de "Tu corazón será mío", parte de las primeras décadas de 1900, cuando Arauca, era una región aislada, sin nexos tangibles con el centro de su propio país; se acercaba, más a la República de Venezuela que a la suya propia, generando esos lazos afectivos, ratificados con el tiempo cuando la primera vía pavimentada que vimos nos condujo al her"> La historia de "Tu corazón será mío", parte de las primeras décadas de 1900, cuando Arauca, era una región aislada, sin nexos tangibles con el centro de su propio país; se acercaba, más a la República de Venezuela que a la suya propia, generando esos lazos afectivos, ratificados con el tiempo cuando la primera vía pavimentada que vimos nos condujo al her"> La historia de "Tu corazón será mío", parte de las primeras décadas de 1900, cuando Arauca, era una región aislada, sin nexos tangibles con el centro de su propio país; se acercaba, más a la República de Venezuela que a la suya propia, generando esos lazos afectivos, ratificados con el tiempo cuando la primera vía pavimentada que vimos nos condujo al her"> La historia de "Tu corazón será mío", parte de las primeras décadas de 1900, cuando Arauca, era una región aislada, sin nexos tangibles con el centro de su propio país; se acercaba, más a la República de Venezuela que a la suya propia, generando esos lazos afectivos, ratificados con el tiempo cuando la primera vía pavimentada que vimos nos condujo al her" />
La historia de "Tu corazón será mío", parte de las primeras décadas de 1900, cuando Arauca, era una región aislada, sin nexos tangibles con el centro de su propio país; se acercaba, más a la República de Venezuela que a la suya propia, generando esos lazos afectivos, ratificados con el tiempo cuando la primera vía pavimentada que vimos nos condujo al hermano país y no al propio, como aún lo seguimos experimentando.
Tiempos de barrios como "La faldiquera", "El esparramo", "Barrio loco", cuando la única avenida araucana, bautizada como Olaya Herrera, desplegaba identidad; cuando comisarios e intendentes eran enviados desde el centro del país con acento "guate", los profesionales cabían en los dedos de una mano y la bandola no había sido desplazada por el arpa, siendo junto al cuatro y las maracas la reina de las parrandas -o parrandos-, espacio donde predominaba la camaradería y el jolgorio que se extendía hasta el día siguiente, porque este no era bueno si no duraba al menos dos días, como la más auténtica expresión del llano y la más grande actitud de tolerancia y convivencia, enunciados hoy refundidos en las encrucijadas y los vicios de una politiquería perniciosa y excluyente. Tiempos sin las briznas de la ambición que nos trajo el petróleo y terminó desalojando al llanero de su finca, quien cambió el burro por la moto, o el caballo por la Explorer, tergiversando los valores en razón del dinero fácilmente habido.
Carmen, su personaje central, inspirado en la mujer de dio vida a la canción Carmentea, mujer de muchos matices, adversidades, pero también privilegios, con un corazón para grandes amores y pasiones, resume el ciclo del hombre y la mujer; ella, víctima de esa perversa circunstancia que caracteriza a la persona ignorante, como es el embuste, el chisme y la envidia, sentimientos degradantes de los hombres, deja recuerdos imborrables, por una vida llena de belleza, fascinación y misterio.
"Tu corazón será mío", nos lleva, -a través de la vida de Carmen-, por un pedazo de la historia de Arauca; época de luchas políticas de uno y otro lado de estos países hermanos, de conflictos, convulsión y prejuicios que caían sobre la sociedad como estigmas que pesaban, sin que existiera libertad para expresarlos. La llanera a pesar de ser una sociedad llena de recatos y machismo, también es folclórica y fiestera, en ella los jóvenes, sin espacios de expresión, componían canciones al llano, se enamoraban y "parrandeaban"; allí Carmen a pesar de sus profundas heridas, dones y encantos, se convirtió en el centro de las miradas, de los deseos y las pasiones, y ella no tuvo reparos en aprovecharlos.
Esta historia, es otra forma de llamar la atención de los colombianos que han oído y tarareado "Carmentea", la canción más emblemática del folclor llanero y que le ha dado la vuelta al mundo. Con toda seguridad usted amará más el llano; se solidarizará con Carmentea, y se dará cuenta porque esta región aún tiene una deuda con esta mujer que hoy se perpetúa como un mito.