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- Última actualización 2024-05-16 18:05:48
Crònica del desalojo del Saltarín donde se divierten los niños en el parque de Yopal
El mamífero Probóscideo de $ 500
Salí a dar una vuelta con mi hija Valeria Sofía por el parque principal en un día domingo, para resarcirme de las ausencias continuas que de la casa hago y que me dejan el cargo de conciencia de no estar todo el tiempo con mi hermosa heredera.Fue un paseo que me llamó la atención por cuanto pude conocer un Yopal un poco diferente al que se ve de lunes a viernes.
Salí a dar una vuelta con mi hija Valeria Sofía por el parque principal en un día domingo, para resarcirme de las ausencias continuas que de la casa hago y que me dejan el cargo de conciencia de no estar todo el tiempo con mi hermosa heredera.Fue un paseo que me llamó la atención por cuanto pude conocer un Yopal un poco diferente al que se ve de lunes a viernes.
Realizamos el recorrido por el centro de la ciudad, en una tarde soleada a pesar de que el invierno haya sido la nota preponderante en los últimos días en Yopal, en Casanare y en el país en general. Avanzamos sobre una moderna zona llena de hermosas heladerías, donde numerosas personas de todas las edades saboreaban, todo tipo de alimentos y golosinas, elaboradas con las combinaciones, que da el agua con dulce, frutas y otra cantidad de elementos, que finalmente llegan al paladar acompañadas del hielo.
Son sitios agradables con sillas afuera, en andenes espaciosos rodeados árboles de ficus, y materas de barro precocido con pequeñas palmeras y otras especies nativas, que le dan una característica especial a esta ciudad que por lo joven, aun no se ha podido identificar.
Es deleitante recorrer esta calle y saborear cualquiera de las delicias heladas que con una gran oferta se tiene y a su vez compartir un rato con los seres queridos.
Todo este entorno, combinado con el atractivo turístico que da el hotel Camoruco y su simple arquitectura de ladrillo Santa fe, mostrando que aunque hace varios años fue construido sigue siendo una muestra de moderna arquitectura hotelera local, es bien hermoso, que ojalá se le diera cierta atención de parte de los especialistas en el tema del turismo.
Pero les sigo contando que voy con mi pequeña Valeria por esta calle, y más preocupado por saber como arreglar mi computador que se deterioró y por lo frecuente que transito por estos sectores hacen que casi ni me fije que recorro un lugar muy atractivo. Mi Valeria si lleva los cinco sentidos puestos y observa cuanto detalle existe en esta para ella no muy frecuente calle.Obviamente ella me exige un helado San Jerónimo que no por lujoso del empaque deja de ser costoso, ella lo consume con avidez y antes de que yo pretenda llevarla de retorno a la casa muestra sus deseos de seguir el recorrido por el centro de Yopal.
Yo le pregunto: ¿hija que quieres hacer ahora? Ella sin tutubiar me responde: ¡ montar en el elefante ¡... yo quedo medio desconcertado porque no acierto a entender que quiso decir con esta respuesta. Ella sabe perfectamente lo que quiere y me hala de la mano, para llevarme donde el citado mamífero Probóscideo, que según el diccionario enciclopédico es el mas grande y pesado del mundo.
Son de esos jueguitos invisibles para los adultos, por sus preocupaciones cotidianas pero perceptibles a muchos metros por los niños que andan curioseando en cuanto encuentran por las calles.
Valeria sube al mamífero Proboscídeo, obviamente antes hay que depositar una moneda de 500 pesos, para que el animal comience a moverse y mi hija a divertirse.
Concluimos este primer paso y luego Valeria Sofía; señala que debemos ir al parque principal, es casi una orden que no me atrevo a contradecir caminamos unos metros y luego nos enrumbamos hacia el parque principal de la capital Casanareña. Un lugar donde ocurren cosas todos los días y que observa impasible el diario transcurrir de una ciudad cambiante y en cuyos alrededores se escenifica el transformar de una región.
Mi hija poco sabe de historia y a pesar de que este es su pueblo donde hace 4 años nació, solo le interesa que la lleve a observar las bombas que infladas con oxigeno venden en la plena circunferencia central del parque o mirar los pollitos que guardados en unas cajas, exponen para los visitantes, acompañados en otra caja de conejos blancos y negros u otras mascotas diminutas.
El parque Domingo a Domingo se llena de gente proveniente de todo el Departamento y en general de jóvenes, niños y adultos que no tienen otro sitio donde pasar la tarde dominical. A la medida que el sol va descendiendo aumenta la concurrencia y este sitio se vuelve una especie de fiesta urbana. Vendedores de tinto, de conos, fotógrafos que montan niños en caballos de madera o en focas de plástico o en cebras de roble y se ganan unos pesos para la sustento de sus familias. Hay de todo como en botica.
El desenfreno de mi hija en su recorrido no deja tiempo para sugerencias,” Papá quiero una bomba”,” Papá quiero ver los animales”, “Papá quiero otro helado”, “Papá quiero ir al saltarín.”
El saltarín es un juguete elaborado en carpas que se inflan con oxigeno y toma un tamaño gigantesco, concluye una figura como la del ratón Mickey.Esto es todo un festín para los infantes, que obligan a sus padres, para que paguen los mil pesos que vale la subida y comiencen a saltar y subirse hasta la parte mas alta para luego rodar y deslizarse en caída vertical, hasta la lona protectora, que de lo inflada no les causa ningún riesgo.
Cuando Valeria dicta otra de sus disposiciones, el saltarín, apenas lo están inflando nos ubicamos sobre una de las ventanas del primer piso del edificio de Comfacasanare y en todo el frente en un pequeño predio en toda la esquina del parque, se va levantando el saltarín en la medida que el oxigeno ingresa a sus entrañas. Mas se demora en inflarse que los padres en llegar con sus hijos a deleitarse de este juego, suben varios niños y luego aparece un piquete de Policías requiriendo a los dueños del saltarín llamándolos porque se tiene una orden de que se debe retirar del sector por invasión al espacio publico.
Mi hija y otros de los niños saltan y se divierten pero por muy poco tiempo porque de nada valen los ruegos de los propietarios a los agentes para que les permitan seguir trabajando.
En últimas los agentes acaban la fiesta y hacen que los propietarios dejen tirado el saltarín y los niños tengan que tomar las de Villadiego.
La verdad es que el departamento tiene muchos problemas más graves de orden publico, que la supuesta invasión de una diminuta porción del parque, por esto hemos tomado, el caso nuestro, para hacer una reclamación pública, sobre la protección al espacio del peatón. En la ciudad. Son mucho más lamentables los inconvenientes que se registran en la mayoría de las calles y ocasionadas por los comerciantes formales. Con seguridad lo decimos que la policía debe atender circunstancias más difíciles de invasión de espacio público en cantinas y negocios en general, con equipos a todo volumen que obligan a los peatones a pasar por la calle, por que lo demás esta totalmente invadido, pero nadie hace nada al respecto.
Es muy frustrante que se prive a un niño de esta muy sana diversión. El gran parque recreacional que la gobernación proyectó esta muy demorado y no se sabe si al fin se va a colocar en funcionamiento o si definitivamente sé van ha perder miles de millones de pesos que allí se han invertido. Mientras tanto a los infantes les tocará ir al saltarín y los otros pocos atractivos que tienen pero que al fin y al cabo son muy sanas diversiones.El Idury y la Alcaldía deben proteger el espacio y el embellecimiento del parque central, pero no sacando a perder a quienes le brindan algún esparcimiento a los niños.
Pero dejemos los requerimientos contra las autoridades y concluyamos contando que Valeria Sofía no se percató de lo que ocurrió, saltó un poco de tiempo, el que dejaron los agentes. Luego reinició su recorrido por los demás sectores de este gran lugar y ahora yo me quedo pensando que hay que estar un domingo en el parque, en compañía de su hija, para darse cuenta de que a un elefante los científicos le dicen mamífero proboscídeo y que hay una réplicas de pasta, en el que se divierten los niños por $ 500 y hay además un muñeco gigante de lona en que se divierten mas pero pagando mil. Pero lo que mas me queda rondando en la cabeza es que es increíble que una ciudad, por donde ha pasado tanta plata y que se han gastado en cientos de macroproyectos que no se terminarán jamás, no cuente con un verdadero lugar de recreación y tenga que uno que relatar la historia del desalojo de un Saltarín por un piquete de policías que le cumplen órdenes al alcalde, para defender el espacio público, aunque sea el hecho mas absurdo ver semejante medida cuando los únicos que se divierten son los niños sin causarle ningún traumatismo a sus conciudadanos.
DANIER PORRAS LEAL (EL RELATOR DEL LLANO)
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