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Hasta el cura salió corriendo de Calamar. No hay autoridad civil ni judicial. El padre anunció en la última misa su temor por las amenazas de la guerrilla.

• 2003-09-09 00:00:00
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Hasta el cura salió presuroso de la población de Calamar en el Guaviare, donde se libran sangrientos combates entre tropas especializadas del Ejército y los grupos armados al margen de la Ley, especialmente el frente primero de las FARC.

En la mañana el sacerdote Gonzalo no amaneció y se indicó que viajó hasta San José del Guaviare pidiendo protección. En esa localidad no funciona alcalde, ninguna autoridad civil o judicial y solo se observa el movimiento permanente de las unidades especializadas del batallón de contraguerrilla Joaquín París.

El último de los personajes, el cura Gonzalo, en la misa que ofició ayer anunció públicamente su temor por las amenazas que lanzaron los grupos insurgentes.

Por su parte, el comandante de la Séptima Brigada, general Carlos Ovidio Saavedra Sáenz reveló que se mantienen absoluto control en el área.

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