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  • Última actualización 2025-01-13 10:26:54
Danta de tierras bajas. Foto: WCS Colombia
Vichada

La Orinoquía revela su biodiversidad a través del monitoreo de cámaras trampa

Un ambicioso proyecto de monitoreo de vida silvestre en la Orinoquía y otras áreas de Colombia ha arrojado sorprendentes resultados sobre la fauna en las regiones, en el marco de una iniciativa liderada por WCS Colombia. El estudio, que forma parte del Proyecto Vida Silvestre (PVS), utilizó cámaras trampa para capturar casi dos millones de imágenes en tres ecosistemas clave: Magdalena Medio, Putumayo y la cuenca del río Bita, en los Llanos Orientales. De estos, la Orinoquía destaca como un bastión de biodiversidad con 68 especies registradas.

La cuenca del río Bita, un área rica en recursos naturales y refugio para diversas especies, fue el centro de este monitoreo, con 132 cámaras instaladas entre febrero y marzo de 2024. De las más de un millón 800 mil fotos capturadas, 21,804 contenían imágenes de fauna silvestre, revelando la presencia de especies tan icónicas como el paujil culicolorado (Mitu tomentosum) y la danta de tierras bajas (Tapirus terrestris). Este último, símbolo de conservación en la región, es una de las especies que más preocupa a los finqueros locales, quienes se han unido en un esfuerzo de conservación para crear corredores biológicos en sus predios.

El monitoreo también permitió observar otras especies comunes en la región, como el pecarí barbiblanco (Tayassu pecari) y el agutí negro (Dasyprocta fuliginosa), ambas clave para entender los patrones de movilidad y uso del hábitat en la Orinoquía.

Este proyecto, que integra tecnología avanzada como la inteligencia artificial a través del software Wildlife Insights, representa un salto cualitativo en la conservación de especies en Colombia. Gracias a la clasificación automática de imágenes, los investigadores han podido generar análisis detallados que identifican no solo las especies presentes, sino también sus patrones de actividad y su distribución en el paisaje.

Con estos datos en mano, los científicos planean profundizar en el uso del territorio por parte de la fauna, así como en los efectos de la deforestación y otros factores de perturbación humana. El reto ahora es determinar si las poblaciones de estas especies están aumentando o disminuyendo, y cómo la gestión territorial puede contribuir a su conservación a largo plazo.

Este estudio subraya la importancia de la Orinoquía como un ecosistema clave para la biodiversidad de Colombia y como una región donde los esfuerzos de conservación aún pueden hacer la diferencia.

Diversidad de fauna en Putumayo y Magdalena Medio

En Putumayo, específicamente en la vereda El Líbano de Orito, las 60 cámaras trampa instaladas capturaron más de 16 mil imágenes, con 41 especies registradas. La guagua (Cuniculus paca) fue la más fotografiada, junto a otras especies como el agutí negro, el armadillo de nueve bandas y felinos como el puma, jaguar y tigrillo.

En el Magdalena Medio, las cámaras instaladas en Yondó, Cimitarra y Puerto Parra lograron captar 29 especies en más de 26 mil fotos. Entre las especies más comunes estuvieron el ñeque, la paca común y el mono cariblanco. Además, se registraron varias imágenes de jaguares, pumas y ocelotes, evidenciando la rica fauna de esta región.

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