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  • Última actualización 2024-05-16 18:05:48

La reelección,¿un camino para el desarrollo de Colombia ?

 

En el momento que se propuso emitir una opinión sobre la posibilidad que se vislumbra hoy mas que nunca, de que un funcionario público en ejercicio de sus actividades ejecute campaña política para su reelección, se hizo casi imprescindible hablar de un tema tan controversial como el de la propuesta del gobierno en turno de una reelección inmediata, es decir, Alvaro Uribe Vélez se postularía como candidato a la presidencia una vez termine su periodo actual.  Como es lógico tal convocatoria ha sido óbice para no pocas discusiones y es por ello que he querido orientar este pequeño ensayo a la mencionada polémica envilecida hace muy pocos días cuando el mismo presidente reafirma su deseo de ser elegido nuevamente para el próximo periodo.

 

En el momento que se propuso emitir una opinión sobre la posibilidad que se vislumbra hoy mas que nunca, de que un funcionario público en ejercicio de sus actividades ejecute campaña política para su reelección, se hizo casi imprescindible hablar de un tema tan controversial como el de la propuesta del gobierno en turno de una reelección inmediata, es decir, Alvaro Uribe Vélez se postularía como candidato a la presidencia una vez termine su periodo actual.  Como es lógico tal convocatoria ha sido óbice para no pocas discusiones y es por ello que he querido orientar este pequeño ensayo a la mencionada polémica envilecida hace muy pocos días cuando el mismo presidente reafirma su deseo de ser elegido nuevamente para el próximo periodo.

Una reforma a la carta fundamental implica todo un paradigma político, en el que poco importa la opinión del constituyente primario, y mucho la de sus representantes ya que a aquello se sobreponen las condiciones del manejo de lobbies por parte de quienes ostentan el poder en el Congreso para manejar los grandes gremios  económicos, son las grandes bancadas las que  en últimas se encargan de tomar una decisión definitiva, decisión que poco o nada concuerda con el anhelo del pueblo.  El problema de la reelección en el ámbito legislativo no incide solamente en puntos de manipulación de los llamados grupos empresariales sino que se añade a ello un desgaste temporal con relación a los diferentes proyectos de "importancia" que debiera tratar, tales como la ley de alternatividad penal, el estatuto antiterrorista, entre otros.

 

Este manejo de conveniencia particular y a corto plazo encamina el planteamiento hacia otras cuestiones, a saber:

 

El hecho de dirigir la reelección hacia intereses personales como los de seguridad de un cargo burocrático, diplomático o la obtención de beneficios de diferente índole, sin duda alguna afectaría de manera significativa y eso sí, para nada positiva  a la sociedad civil, quien es al fin y al cabo la única víctima de todo este teatro.  En el mismo sentido, emplear la conveniencia selectiva transgrediría la razón de ser de un Estado democrático en el que toda actuación debería conducir al bienestar colectivo.

 

Ahora bien en lo concerniente a la durabilidad del proyecto, esto es, la inclusión constitucional, es necesaria una reforma constitucional ya que la Carta Política consagra la prohibición de la reelección, y ello a su vez envolvería un carácter de permanencia, ya que dicha reforma no debe corresponder a una ocurrencia singular e individual del sector gubernamental sino precisamente a la consecución de los  propósitos institucionales como los de Estado Social de Derecho, Dignidad Humana.  No obstante hoy por hoy y tal como lo advierten los funcionarios que  la respaldan, se dilucida un  nuevo periodo presidencial de "Alvaro Uribe Vélez", mas no una política-jurídica con alcances a largo plazo.  Ya se ha demostrado que legislar para la coyuntura es errado, y entonces ¿con qué objeto otro periodo uribista o mejor, por qué otros cuatro años mas con Uribe?  Mi respuesta es sólo una, en un país como Colombia con un importante grado de analfabetismo, con unas claras estadísticas del bajo nivel de educación primaria, secundaria y superior, aspirar a que se entienda una medida de estas como se debe entender es casi imposible.  Por que lo que espera el ciudadano medio es un caudillo, El salvador, el Mesías, "alguien" que le ayude a sobrellevar la crisis que tanto le aqueja, y no se da cuenta  que al mismo tiempo  lo que aparentemente es benéfico puede resultar en consecuencias mas graves de las ya existentes.
Por ejemplo, al ser una persona y no un grupo de ellas o partido el que maneje el país desbocaría más fácilmente a la corrupción del mismo y propugnaría por un régimen totalitario o dictatorial en el que sí y sólo sí al dictador le parece que debe  conceder o no alguna libertad puede hacerlo; en donde  la voluntad del pueblo no tiene ningún valor, en razón de que sus representantes, si los hay, están al servicio de las prerrogativas de su "empleador", aquel que ha conservado su cargo, su riqueza y sus intereses pecuniarios.  Por eso se debería optar por una reelección que tenga como base un partido político, una ideología, con su respectivo representante, para que una vez éste desvíe su actuación en el poder de la orientación que lo identifica, pueda su grupo controlar de manera efectiva y de acuerdo con sus estatutos dicho comportamiento.  En este sentido no seria imperiosa la reelección ya que al ser un ideal firme no se tendrá que optar por una persona, sino por el partido y el concepto que le identifique para la nueva elección.

 

Un proyecto de reelección en Colombia resultaría bondadoso siempre que previo a ello se preparen todas las instancias e instituciones que se hallaren afectadas.  Sería bueno que antes de proponer un periodo de reelección, el funcionario que lo pretenda no se sirva de su posición para desplegar su campaña en el ejercicio de sus funciones y beneficiarse de ello y  de la coyuntura que padecen o padecían los cociudadanos ante la falta de credibilidad en los empleados de algún cargo público, aparentemente aliviadas por las prerrogativas que ha aplicado el mismo postulante a la reelección: Alvaro Uribe Vélez.  El país no había estado acostumbrado a observar que el gobernante tuviera una actitud dinámica frente a los inconvenientes que preocupaban noche tras noche al individuo del común, esta es la razón del apoyo populista al presidente, pero lo que hay que pensar no es qué tanto gestiona un mandatario sino qué tan bueno es lo que procura construir.

 

Así las cosas y previendo en grandes líneas el panorama político de parte de las bancadas y de la reacción social al sistema de "Seguridad Democrática" he considerado procedente estudiar las calidades de quien es el único interesado en una reelección presidencial, es decir, el presidente de la república Uribe.  Ciertamente en materia de orden público la situación ha mejorado considerablemente, sin que por las equivocaciones militares se oscurezca el escenario ya que en la guerra, a los errores debe hacerse caso omiso, todo por que el fin justifica los medios.  Empero deben equlibrarsen las condiciones de gobernabilidad, pues en un país como el nuestro los flagelos de la violencia, a infortunio de nosotros, no son los únicos que azotan la bandera.

 

Problemas como la salubridad, la educación, la economía, hacen parte del diario vivir de la sociedad colombiana, problemas que ocupan al igual que la seguridad, lugar prioritario para el desarrollo nacional, o ¿acaso gravar los medicamentos genéricos con un impuesto, cuando son estos a los que accede la población de menos recursos, genera desarrollo o mejor condición de vida?, ¿Incrementar el valor las pensiones y matrículas en los establecimientos educativos cuando existe un alto grado de deserción escolar en virtud del precario capital con el que cuenta la comunidad  para financiar su capacitación, genera desarrollo?, ¿Instigar los sectores económicos hacia el respaldo de un tratado de libre comercio que particularmente lleva consigo un fenómeno de falta de competitividad para la incipiente industria colombiana, agota el tema de la paz?

 

Es por eso que antes de tomar una posición tajante se debe analizar cuidadosa e íntegramente las características tanto subjetivas como objetivas de quien se presenta como la única alternativa para el país.

 

La reelección de por sí no representa ningún peligro pues la historia demuestra que en países como Estados Unidos, una potencia económica y política, tal mecanismo ha funcionado, tanto así que el actual presidente norteamericano George Bush está preparando su campaña para renovar su periodo por otro igual;  sin embargo tratar de asimilar experiencias extranjeras a nuestro contorno es impertinente, ya que tal y como lo aconsejan los estudios sociológicos cada nación se constituye por sus cualidades culturales, religiosas, físicas, lingüísticas que identifican y permiten la distinción entre un Estado y otro,  por ende perseverar en una acomodación de este carácter resulta inocuo, ya que unos son los intereses de la sociedad colombiana  y otros los de la sociedad estadounidense, otras son las necesidades, en fin otro es el ámbito de aplicación.

 

Si bien es cierto Alvaro Uribe ha representado para los hogares colombianos una respuesta diferente a la pregunta sin respuesta ¿Qué gestión fue la de aquel funcionario?, también lo es que aquella ambición de poder en las condiciones en que se halla tanto la sociedad civil como el bloque estatal que apoya la reelección, no configura una opción practica y conveniente, al menos hasta que como en líneas precedentes se advirtió, se preparen tanto estos como aquellos para un cambio de esta naturaleza.

 
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